Cuando los jefes de los servicios de obstetricia empezaron a prestar atención a los resultados Apgar de sus médicos y comadronas, comenzaron a pensar como un director de una fábrica de pan que cuenta cuántas hogazas han quemado los panaderos —escribe Gawande—. Quieren soluciones para mejorar los resultados de cada empleado, desde el novato hasta el más veterano. Esto significa decantarse por la fiabilidad más que por la posibilidad de una perfección ocasional