Los hombres nacen suaves y flexibles; cuando mueren son tiesos y duros. Las plantas nacen tiernas y dóciles; cuando mueren son frágiles y secas. Por esto quien es tieso y duro es un discípulo de la muerte. Quien es suave y flexible es un discípulo de la vida. Lo duro y tieso se romperá. Lo suave y flexible prevalecerá.