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En un momento determinado, la aportación más importante para un sistema es la que más lo limita.

Si queremos entender algo, tenemos que simplificar, y para ello tendremos que fijar fronteras.

Todas las cosas físicas proceden de algún lugar y se dirigen hacia algún lugar. Todo se mueve.

Las fronteras solo existen en el lenguaje, en la razón, en la percepción y en las convenciones sociales: fronteras artificiales, mentales.

Nuestro saber es increíble; nuestra ignorancia lo es aún más. Podemos mejorar nuestra comprensión del mundo, pero no podemos lograr que sea perfecta.

Si no respetamos la resiliencia, la capacidad de organización autónoma y la jerarquía de los sistemas, lo más probable es que los tratemos, los diseñemos o los interpretemos erróneamente.

El exceso de control económico vertical, tanto en las empresas como en las naciones, ha generado algunas de las peores catástrofes de la historia, catástrofes que no hemos superado por completo ni mucho menos.

Mis modelos mentales. Ninguno de ellos es ni será nunca el mundo real. 2. Nuestros modelos suelen ajustarse a la realidad con bastante precisión. Por eso nuestra especie se ha adaptado tan bien a la biosfera. Los modelos mentales que desarrollamos a partir de la experiencia directa, íntima, de la naturaleza, de las personas y de las organizaciones que nos rodean son especialmente complejos y sofisticados. 3. Sin embargo, por otro lado, nuestros modelos no ofrecen ni por asomo una representación exhaustiva del mundo. Por

Todo lo que creemos que sabemos del mundo es un modelo. Nuestros modelos suelen ajustarse a la realidad con bastante precisión. Nuestros modelos no son capaces ni por asomo de ofrecer una representación exhaustiva del mundo.