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Cada acción que realizas es un punto a favor del tipo de persona en la que deseas convertirte

Ser inteligente nunca producirá resultados por sí mismo porque no te pone en acción. Es el deseo, no la inteligencia, lo que provoca una conducta. Como dice Naval Ravikant: «El truco para hacer cualquier cosa consiste en cultivar primero un deseo por esa cosa».

El dolor que produce el fracaso es directamente proporcional al tamaño de las expectativas.

Compras por impulso de sugestión

Transforma una misión personal en una misión compartida.

Lo que es recompensado de manera inmediata se repite. Lo que es castigado de manera inmediata se evita.

Cuando una medida se convierte en el objetivo, deja de ser una buena medida

Cada hábito deja al descubierto el siguiente nivel de desempeño. Es un ciclo interminable.

El deseo es la diferencia entre el punto donde te encuentras ahora y el punto donde quieres estar en el futuro.

El anhelo surge cuando tienes la sensación de que algo te falta.