Libro: El mito de la inteligencia artificial
Las palabras son fragmentos de significado.
Libro: El mito de la inteligencia artificial
¿Podría un cocodrilo participar en una carrera de obstáculos?
Libro: El mito de la inteligencia artificial
Los concejales del pueblo se negaron a conceder un permiso a los manifestantes rabiosos porque temían que hubiera violencia. ¿Quién temía esa violencia? A) Los concejales del pueblo B) Los manifestantes rabiosos
Libro: El mito de la inteligencia artificial
El trofeo no cabía en el maletín marrón porque era demasiado pequeño. ¿Qué era demasiado pequeño? A) El trofeo B) El maletín marrón
Libro: El mito de la inteligencia artificial
Era un día caluroso, no había una sola nube en el cielo. Llamaron a los bomberos para que fueran a cerrar una boca de incendio estropeada. La calle principal estaba mojada, y las alcantarillas se habían obstruido con los restos que había arrastrado el agua. ¿Por qué estaban mojadas las calles?
Libro: El mito de la inteligencia artificial
Mayor parte de lo que sabemos es implícito. Llevamos ese conocimiento a la consciencia, volviéndolo explícito, solo cuando lo requieren las circunstancias, como cuando nos sorprendemos o tenemos que reflexionar sobre algo de manera deliberada.
Libro: El mito de la inteligencia artificial
El lenguaje está plagado de sutilezas contextuales que reclaman una comprensión profunda de la intencionalidad.
Libro: El mito de la inteligencia artificial
Para captar la esencia de una narración tenemos que comprender la manera en que cada nueva frase afecta a la interpretación de las anteriores.
Libro: El mito de la inteligencia artificial
El pavo de Russell revela el disparate de crear «hábitos de asociación» sin tener un conocimiento más profundo de las regularidades que observamos.
Libro: El mito de la inteligencia artificial
Los lógicos (y los científicos informáticos) analizan las inferencias deductivas con sistemas de proposiciones que pueden ser verdaderas o falsas. Dicta la convención que todas las proposiciones que preceden a la última dentro de una serie se llaman «premisas». La última proposición es una consecuencia de las premisas, y se conoce como «conclusión». Juntas, las premisas y la conclusión se denominan «argumento». Un buen argumento deductivo es una «apuesta segura», porque su conclusión es necesariamente verdadera. Aquí hay uno: Cuando llueve, las calles se mojan.